Por: Luis Ramírez Baqueiro
“La mentira produce flores, pero no frutos.” – Proverbio chino.
Vaya que los políticos veracruzanos – a lo largo de la historia- son a la sazón de los acontecimientos nacionales los más hábiles en eso de ir a la vanguardia en la posibilidad de explorar y crear nuevas escuelas de formación política.
Los liberales veracruzanos del siglo XIX marcaron la pauta de la consolidación de la Independencia, posteriormente la República, y finalmente, el paso a la construcción del México que hoy conocemos.
Enumerarlos quizá sería ofensivo bajo el precepto de no dejar fuera el nombre de todos ellos.
Pero los actuales actores políticos se llevan las palmas, al menos, los pertenecientes a un linaje, pero de origen similar.
Así las Familias Yunes, tanto las originarias de Soledad de Doblado o las del Valle de Perote, lo confirman.
Y es que en los tiempos de la construcción de la primera gran coalición opositora, resulta que entre al menos dos actores de esos clanes, han inventado lo que se llama a partir de ahora, la “Yuneocracia”.
Alejados del concepto griego de la democracia, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla ya se pusieron de acuerdo, afirmando que el candidato del Frente Amplio por Veracruz (FAV) será un Yunes.
O sea que estos dos avezados creadores de la “Yuneocracia” de buenas a primeras, acabaron con las posibilidades de que los integrantes del FAV tanto a nivel partidista PAN-PRI-PRD se manifiesten.
Mucho menos, se habrá de dar paso a otros actores políticos que pudieran aspirar al cargo de Gobernador del Estado, como en el caso del senador panista Julen Rementería del Puerto, quien habría expresado su interés por concursar, o el caso de la única mujer que dentro de su mismo partido el PRI, habría expresado su interés por concursar, en la persona de la diputada local, Anilú Ingram Vallines a pesar del discurso falaz de enarbolar la bandera de la equidad y el equilibrio político entre hombres y mujeres.
Eso en la Yuneocracia no es posible, eso jamás sucederá, porque en el fondo, el asunto, es quedarse con el control de Veracruz, para de alguna manera obtener beneficios de orden cupular o de grupo, alejados totalmente del motivo primogénito de velar por el interés del colectivo y del bien común de la sociedad.
Así que aquellos que esperaban ser contemplados por sus partidos, para pelear la candidatura a unos días del arranque de las precampañas, si nos pone a pensar, pues queda claro que el Club de Tobby impera en la mente de los dos priistas.
Lo que pase con las y los demás actores políticos –aspiracionistas- se pueden ir cocinando en otro momento, porque al final lo que importa es imponer un nuevo régimen político veracruzano, en la Yuneocracia Priista.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx
Publicar un comentario