Fernando Schütte Elguero
La violencia en nuestro país es la constante, hemos perdido la capacidad de sorpresa y al mismo tiempo nos hemos venido acostumbrando a la inseguridad. Cientos de miles y personas desaparecidas cada sexenio, sin importar de que corriente o partido es quien gobierna.
Gran parte del problema es la soberbia, quien tiene aunque sea un poco de poder se ensoberbece de tal manera que se ciega a la realidad, crea su propia realidad y cuando esta lo golpea, entonces busca culpables, el gobernante es la víctima e inicia el circo de la cifras, que si muertos en total, que por cada cien mil habitantes, para compararse con gobiernos anteriores y entonces mostrar logros producto de victorias pírricas, y dicen nuestros gobernantes por ejemplo: Hemos bajado el homicidio doloso en 6%.
Pero, ¿de verdad sucede? Y si sucede, ¿se está atacando realmente el fenómeno? Yo creo que no, creo que el estado de derecho es prácticamente nulo, el sistema de justicia no funciona, nuevamente a manera de ejemplo, hace seis años un automóvil mío cayó en una coladera destapada, estaba asegurado, la aseguradora no quería reparar la transmisión aduciendo que estada usada, cuando pedí que me diera el coche, no me lo entregaron, tuve que ir con fedatario público para que constara que el auto no estaba en el taller, sigo sin auto y el MP al parecer recibió dinero de la aseguradora, en virtud de que denuncié el robo, ya acudí a la CDHDF a ver si con una recomendación que se haga pública el MP se obliga a cumplir con su deber, a final de cuentas, no ha pasado nada.
Como mi caso existen innumerables asuntos detenidos por la corrupción o por la negligencia de las autoridades del sistema de justicia. Uno de nuestros mayores problemas tiene que ver con la falta de cultura de la legalidad y civilidad, pero la autoridad no pone freno a las faltas en donde crecen los pequeños infractores y al no existir orden en los pequeños detalles, menos podremos salir del gran caos en el que vivimos. La paz tiene que construirse artesanalmente, tenemos que lograr tener una patria segura y no se logrará si no se atienden los pequeños detalles.
Caminar por la banqueta, no usar luces en los vehículos que no estén permitidas, no usar en los rines picos como si fueran carros romanos, no pasarse los altos, incluyendo bicicletas y motocicletas, ordenar parada de transporte y establecer rutas fijas y horarios determinados, ir paulatinamente poniendo orden en el comercio informal, impedir y sancionar el grafiti, en las escuelas retomar las clases de civismo, mostrar los estragos de las drogas, en las casas educar a nuestros hijos en valores morales y cívicos, mostrarles la importancia de la solidaridad social y la unión familiar, enseñarlos a amar y respetar a los viejos, que en los kioscos se den conciertos, se lean libros, se cuenten cuentos.
A quienes enfrenten a balazos a nuestras fuerzas armadas, balazos y cárcel, pero cárcel diferente a las que tenemos que son denigrantes y escuelas de delincuentes y resentidos.
Humanismo si, pero también orden, disciplina, valores, escuelas, hospitales, viviendas cerca de los centros de trabajo.
Hace muchos años un grupo de ciudadanos fuimos a pintar una escuela, llevamos la pintura y lo hicimos entre alumnos, maestros y padres de familia además de algunos vecinos, la escuela era un asco por el abandono y el grafiti, 20 años después, la escuela sigue limpia.
Uno de los mayores problemas que impiden la paz, es que se politiza la seguridad pública, ojalá los nuevos gobiernos dejen de ser tan irresponsables y nos ayuden a reconstruir el tejido social.
@FSchutte
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