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lunes, 26 de septiembre de 2016

Valle de Bravo, desastre ecológico

Miguel Arroyo Ramírez

Nuestro país se encuentra en general en un estado lamentable en términos ambientales, nuestros ríos, lagos y playas turísticas tienen altísimos grados de contaminación, lo cual nos enfrenta con un problema de escaces de agua potable que es callado por las autoridades, pero que está provocando que México se convierta en uno de los mayores importadores de agua embotellada.

No siempre fue así, en los años sesentas y setentas en México no vendían agua embotellada más que en los garrafones que compraban sobre todo empresas y algunos domicilios.  En lo personal, la primera vez que yo vi agua embotellada de un litro o menos para su venta al público fue en 1979, cuando tuve oportunidad de realizar mi primer viaje a Europa. Aunque esto ya me lo habían contado no dejó de llamarme la atención el hecho de que el agua se vendiera así y no se consumiera como lo hacíamos en México, directo de la llave o en algunas ocasiones, hervida en nuestros domicilios. Incluso en nuestras excursiones y campamentos juveniles, bebíamos el agua directa de los ríos y disfrutábamos de su frescura y pureza. Lamentablemente hoy eso queda sólo en el recuerdo.

La indiferencia ante la depravación del medio ambiente no tiene por cierto niveles sociales preferidos, cito sólo un ejemplo, la Presa de Valle de Bravo en el Estado de México, que es lugar preferido de descanso de sectores exclusivos de la sociedad mexicana, secretarios de estado y altos funcionarios incluidos, que se encuentra en un estado de lamentable de contaminación. El agua que está en esa presa, es consumida posteriormente en una parte de la Ciudad de México, pero ni eso parece importar. Algunos de los fraccionamientos más exclusivos y de mayor antigüedad siguen descargando sus aguas negras directo a la presa. Los ríos que bajan de la montaña y alimentan la presa antes pletóricos de aguas cristalinas, cada vez tienen más contaminación, se dice que algunos de estos afluentes importantísimos para el equilibrio ecológico fueron incluso desviados en sus causes para formar lagos particulares, en zonas privadas, las autoridades saben quiénes son, pero por supuesto callan en su complicidad corrupta. Los bosques que circundan la presa cada vez se encuentran en estado de mayor depredación, es urgente que todas las zonas verdes que aún quedan alrededor de la laguna sean declaradas reservas naturales y aunque sea propiedad privada se prohíba la construcción de más casas habitación, pero la voracidad de las empresas inmobiliarias y la ambición de algunas autoridades pueden más que el interés común.

Originalmente en la presa de Valle de Bravo cuyo nombre oficial es “Miguel Alemán”, se prohibía la utilización de lanchas y embarcaciones a motor, por la contaminación natural que éstas generan al provocar la derrama de gasolina y aceites, es necesario regresar a esta práctica, pues debe preservarse hasta donde se pueda, la pureza de las aguas confinadas, lo cual está por encima de la diversión particular de unos cuantos.

Es indispensable que todas las organizaciones de defensa ecológica y ambiental se organicen para realizar un frente común y proteger las zonas sensibles y las reservas naturales de nuestro país.
Seguiremos con este tema en nuestras próximas colaboraciones.

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