Leopoldo Mendívil
La Guardia Nacional
GRAL. LUIS RODRÍGUEZ BUCIO,
COMANDANTE DE LA GUARDIA NACIONAL:
+No es con el
Ejército como se pueden resolver
los problemas de inseguridad y
de violencia. (...)
No podemos nosotros aceptar un
gobierno militarista
Andrés Manuel López Obrador, 2010.
CIUDAD DE MÉXICO.- Me pregunto qué fue lo que le hizo a Andrés
Manuel López Obrador cambiar tanto de opinión, cuando tiene fama de
persistir en sus ideas, por decirlo de manera serena.
En 2018 el presidente de la República prometió “regresar a los militares a
los cuarteles” y no sólo no lo hizo, sino que les entregó el mando de la
Guardia Nacional (GN) y ha sido magnánimo con ellos.
Ahora, don Andrés anunció que enviará una iniciativa
de ley para que la GN se constituya en la tercera rama de fuerza de la
Secretaría de la Defensa Nacional.
Tal vez esta decisión se deba a que la Guardia no ha dado los resultados
esperados; y no me extraña.
La GN es una organización formada artificialmente por tres grupos distintos (militares, marinos y policía federal), provenientes de tres instituciones con misiones, visiones y formaciones diferentes. Debe ser muy difícil cambiarles el chip a los elementos de la GN para que ahora todos piensen y actúen como un cuerpo constituido.
Veo que la GN va muy atrasada en su plan de reconversión civil, pero muy adelantada en su Plan de Reestructuración para incorporarse a SEDENA. De hecho, el primer paso ya se dio con la creación de la Comandancia del Ejército Mexicano y los planteamientos de rediseño institucional en lo relativo a los organigramas, funciones, presupuestos, etc.
Solo hay un pequeño detalle:
Para que la GN pase a depender de SEDENA, se requiere una reforma
constitucional y, como he venido diciendo en estos días, la oposición no va a
sumarse a los deseos morenistas.
Aun cuando la iniciativa no va a pasar, conviene comentarla porque es el talante del actual gobierno:
De entrada, don Luis, por mucho aprecio que tengamos al Ejército, nos inquieta de sobremanera su incursión en funciones que no le competen y la seguridad pública es una de ellas.
El Ejército y la GN tienen misiones distintas. En cualquier
organización, la misión es lo que define su esencia y carácter; de ahí se
deriva el sentido de sus miembros. Para ser claros, no imagino a un policía
defendiendo la seguridad nacional, como tampoco a un militar encargado de mi
libertad o mi integridad. No se trata de que se les dé la orden desde arriba,
es cuestión de que los elementos introyecten la cultura institucional a la que
sirven.
Me preocupa también que una organización encargada de la seguridad pública
debe respetar los derechos humanos y rendir cuentas, y ya sabemos que a los
militares no se les da ni lo uno, ni lo otro. Por cierto, en este Plan de
Reestructuración, ¿ya calcularon que los elementos de la GN fungirían como
primer respondiente ante el Ministerio Público?
Entre los argumentos que usa SEDENA para sustentar la conveniencia de
absorber la GN está que así funciona en Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela.
Discúlpeme, pero ninguno de esos países son ejemplo a seguir. El otro país
citado es España; pero allá, además de la GN, existe una policía perfectamente
funcional, por lo que su caso no aplica como símil.
Don Andrés expresó recientemente su preocupación de que “si
no dejamos una institución consolidada -y queda suelta como quedó en su tiempo
la Policía Federal preventiva- la GN se puede echar a perder”.
¿Acaso la única institucionalidad viable para la GN es bajo el férreo
régimen militar? ¿La dinámica transformadora de AMLO no
alcanza para consolidar una institución desde la fuerza civil?
La iniciativa presidencial para incorporar la Guardia Nacional a SEDENA es una franca claudicación. Solo me queda, mi general, recordarle lo que AMLO dijo en 2010:
“Que no se utilice (al Ejército) para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles”.
Investigación: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
Correo: Lmendivil2010@gmail.com
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Blog: leopoldomendivil.com
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